SRES PADRES DE FAMILIA:
Quisiera recordarles que la familia es el lugar en donde los niños aprenden a comportarse con ellos mismos y con los demás.
Por tanto, las conductas, entre ellas la de agresividad, se aprenden en el hogar, se originan y se mantienen. Si un niño tiene conductas agresivas en su infancia y no se las combate, las convierten en parte de su repertorio conductual, generándose problemas de socialización, en el grupo, en la escuela y posteriormente en el trabajo.
Nos hemos acostumbrado a que diariamente nos enteremos por los medios de comunicación, de hechos violentos que se están generalizando ante la impotencia y la falta de respuesta de los agentes sociales. Lo más preocupante de esto es que en estos hechos se ven involucrados cada vez con mayor frecuencia, niños y adolescentes. ¿Familia, sociedad?
Que hacer? Primero debemos identificar los factores que la favorecen:
Ø Modelos violentos en el hogar.
Ø Pérdida de calidad en la comunicación.
Ø Falta de respeto en la pareja y hacia los hijos.
Ø Intolerancia.
Ø Carencia de tiempo para dedicarle a los hijos.
Ø Conversión de disciplina en autoritarismo o en excesiva permisividad.
Ø Ausencia de respeto a las diferencias.
Ø Desatención a los valores.
Ø Falta de momentos para expresarse afecto, para interesarse en los problemas del otro.
Ø Dificultad para expresar lo que se piensa y siente.
Ø Búsqueda del poder a través del abuso y la arbitrariedad.
Estas y otras situaciones han generado un clima familiar y social que está ocasionando una disfuncionalidad en las relaciones interpersonales y que ha convertido en válido y aceptable lo que es todo lo contrario, una situación en la que se disculpa o atenúa los comportamientos de los chicos porque resulta menos amenazador que reconocer que estamos fallando como adultos. Les damos entonces el mensaje que está permitido, que es una travesura lo que está convirtiéndose en desadaptación social.
¿Qué debemos buscar para revertir una situación que nos está llevando a la pérdida de control, qué es lo que en la familia debe tener en cuenta?
Ø Vivir sin agresión en el hogar.
Ø Respetar a los que me rodean.
Ø Aceptar a los hijos y pareja, trabajando en conjunto y en un ambiente de afecto y comunicación para “construir familia”.
Ø Comportarse con tolerancia.
Ø Establecer límites con calidez pero a la vez firmeza.
Ø Desarrollar la capacidad de ponerse en el lugar del otro a fin de entender sus comportamientos antes de criticar o castigar.
Ø Promover los valores.
Ø Recuperar la capacidad de expresar sentimientos positivos.
Ø Revalorizar el papel educativo y socializador de los medios de información. ¡ NO OLVIDEMOS LO SIGUIENTE!
Por tanto, las conductas, entre ellas la de agresividad, se aprenden en el hogar, se originan y se mantienen. Si un niño tiene conductas agresivas en su infancia y no se las combate, las convierten en parte de su repertorio conductual, generándose problemas de socialización, en el grupo, en la escuela y posteriormente en el trabajo.
Nos hemos acostumbrado a que diariamente nos enteremos por los medios de comunicación, de hechos violentos que se están generalizando ante la impotencia y la falta de respuesta de los agentes sociales. Lo más preocupante de esto es que en estos hechos se ven involucrados cada vez con mayor frecuencia, niños y adolescentes. ¿Familia, sociedad?
Que hacer? Primero debemos identificar los factores que la favorecen:
Ø Modelos violentos en el hogar.
Ø Pérdida de calidad en la comunicación.
Ø Falta de respeto en la pareja y hacia los hijos.
Ø Intolerancia.
Ø Carencia de tiempo para dedicarle a los hijos.
Ø Conversión de disciplina en autoritarismo o en excesiva permisividad.
Ø Ausencia de respeto a las diferencias.
Ø Desatención a los valores.
Ø Falta de momentos para expresarse afecto, para interesarse en los problemas del otro.
Ø Dificultad para expresar lo que se piensa y siente.
Ø Búsqueda del poder a través del abuso y la arbitrariedad.
Estas y otras situaciones han generado un clima familiar y social que está ocasionando una disfuncionalidad en las relaciones interpersonales y que ha convertido en válido y aceptable lo que es todo lo contrario, una situación en la que se disculpa o atenúa los comportamientos de los chicos porque resulta menos amenazador que reconocer que estamos fallando como adultos. Les damos entonces el mensaje que está permitido, que es una travesura lo que está convirtiéndose en desadaptación social.
¿Qué debemos buscar para revertir una situación que nos está llevando a la pérdida de control, qué es lo que en la familia debe tener en cuenta?
Ø Vivir sin agresión en el hogar.
Ø Respetar a los que me rodean.
Ø Aceptar a los hijos y pareja, trabajando en conjunto y en un ambiente de afecto y comunicación para “construir familia”.
Ø Comportarse con tolerancia.
Ø Establecer límites con calidez pero a la vez firmeza.
Ø Desarrollar la capacidad de ponerse en el lugar del otro a fin de entender sus comportamientos antes de criticar o castigar.
Ø Promover los valores.
Ø Recuperar la capacidad de expresar sentimientos positivos.
Ø Revalorizar el papel educativo y socializador de los medios de información. ¡ NO OLVIDEMOS LO SIGUIENTE!
- EL NIÑO Y EL JOVEN DEBEN ENTENDER QUE LA CONDUCTA VIOLENTA ES INACEPTABLE.
- CONDUCTA AGRESIVA DEBE RECIBIR UNA RESPUESTA CONTROLADA Y EQUILIBRADA.
- LAS CONDUCTAS CORRECTAS DEBEN RECIBIR REFUERZOS POSITIVOS.
- NO SE DEBE ESPERAR QUE LOS HIJOS LLEGUEN A CONDUCTAS EXTREMAS PARA RECIEN INTERVENIR,
- HAY QUE INVOLUCRARSE PERMANENTEMENTE A PARTIR DE MODELOS ADECUADOS Y COMUNICACIÓN.
- NO HAY QUE TENER TEMOR DE ESTABLECER LÍMITES YA QUE ESTOS NO CREAN TRAUMAS SI ES QUE ESTÁN ENCUADRADOS EN UN CLARO ENTORNO DE REGLAS CLARAS, ACCESIBLES, FIRMES Y A LA VEZ AFECTUOSAS.
LUZMILA GARRIDO GIRALDO
DIRECTORA